#300: Etron Fou Leloublan + derivaciones #300

Algún día tenía que publicar a Etron Fou Leloublan por aquí, pues si se fijan, ya les dimos su respectivo espacio a los demás fundadores del colectivo contranatura que llamamos Rock In Opposition. La oportunidad perfeca para darles a estos franceses y sus múltiples bifurcaciones, su merecida difusión, es a través de esta entrada, ¡la número 300!
Tres eran los componentes originales de Etron, por un lado, el baterista Guigou Chenevier y por otro, el saxofonista Chris Charnet, (luego reemplazado por Bruno Meillier) y el bajista Ferdinand Richard. El disco que publicamos de ellos es un directo oficial que llama la atención por su brutalidad, por los momentos en que cada integrante parece desquitarse de su incontenible ira con su respectivo instrumento. Lo que es seguro es que este material discográfico no genera indiferencia pero en cambio nos proporciona el singular goce de un avant-rock mal intencionado y perverso.
Así como Henry Cow, los EFL tampoco duraron mucho como banda, pero sí como músicos. Y hoy por hoy, todos sus subgrupos son objeto de interés porque cada uno es una rebanada de ese gran pastel amargo que fue la música de Etron. Si de por sí la música de EFL no alcanzaba a definirse en un género específico, sus productos derivados obviamente agarran las mismas formas heterogéneas y cada uno tiene la suficiente originalidad como para hablar de algo nuevo. Bruniferd, Les Batteries, Octavo, Volapük, Zero Pop y la carrera de solista de Chenevier son sólo algunas de las ramificaciones del árbol Etron, y no quiere decir que sean todas, pero por hoy nos limitamos a hablar de éstas.

Etron Fou Leloublan - En Public Aux États-Unis d'Amérique [Live] (1979)

Les Batteries - Demesure Revolutionnaire (1986)

Guigou Chenevier en su estado más salvaje, acompañado por otro personaje de renombre que es nada menos que el baterista Charles Hayward. Estallidos de experimentación nos bombardean casi en todo momento, algunas improvisaciones y extraños trazos percusivos componen esta placa de estudio, que dejará fascinado a todo oyente del R.I.O.
Los amos de las percusiones y la batería no presumen necesariamente de virtuosismo, sino que sorprenden por sus insólitas técnicas y sus rítmicas igualmente atípicas.

Zero Pop - All The Big Mystics (1988)

A Zero Pop se les considera un supergrupo, con Bruno Meillier al saxo, Mark Howell a la guitarra y Jim Meneses en la batería. De aquí rescato sus muy atinados trances instrumentales, pero creo que en la parte vocal llegan a caer en un desequilibrio y un desperdicio innecesario. Y es porque a lo largo de este disco se intercalan las canciones de formato cuasi-convencional con una visión bien interesante de un R.I.O. coloreado con buenos detalles jazzeros. Su música tiene un poco de todo: las distorsiones en la guitarra de Octavo, el jazz de Bruniferd, con ese genial saxo y el poco usado factor disonante de los EFL. Realmente no todo el disco me convence pero esa ya es opinión personal, la cual espero que no influya en la apreciación de quienes lo escuchan.

Bruniferd - Un Putch Kitch (1991)

Por mucho, este el proyecto Etroniano más digerible dada la ausencia de contenido vanguardístico. Básicamente trabajado como dúo entre Ferdinand Richard y Bruno Meillier y de una forma minimalista, este disco repasa una forma de jazz auténticamente única, dada la particular forma de tocar el saxofón y sin caer en ningún tipo de movimiento improvisatorio. Es de esos discos para poner en la estancia, pues la música se presenta generalmente muy calma aunque sin tener necesariamente el carácter "ambiental" del jazz más tradicional.
Bruniferd lanzaron tres discos, este debe ser el mejor lugar para empezar, además de ser, como dije en un principio, también un buen punto de partida para escuchar las distintas formas de la familia Etron Fou Leloublan. Observo que el único pero notable desperfecto con este disco es que se podían haber ahorrado esos fragmentos hablados, pues carecen de significado alguno para quienes no entendemos una palabra del francés.

Octavo - Des Pieds Et Des Mains (1992)

Con Octavo es preferible caminar con cuidado, por favor no me hagan responsable de lo que guitarrazos distorsionados y retorcidas escalas les hagan a sus pobres orejitas, esperando escuchar algo más digerible. De los proyectos futuros de Etron, es muy probable que Octavo sean lo más cercano a ellos dada la forma de abordar un R.I.O. aderezado con sales post-punk y especias noise-rock, teniendo como resultado una masa llena de detalles singulares.
Realmente, nunca he escuchado un grupo con el cual pueda emparentar a Octavo, fuera de EFL. Resalto sobre todo el papel de la guitarra, la cual viaja a través de sonoridades muy diferentes, y esto gracias al modo en que es distorsionada a lo largo del disco. La batería casualmente apresurada de Chenevier general el mismo efecto opresivo, el cual es perfecto y oportuno. El saxo, aunque sólo usado en un track, les da un aire jazzístico que los acerca aún más con EFL.

Volapük - Le Feu De Tigre (1995)

Sin pensarlo dos veces, este es mi subgrupo Etroniano preferido. Cuentan con una discografía corta pero excepcional, y en principio trabajaron en formato de trío (batería, chelo y clarinete) haciendo un rock de cámara que nada o muy poco retoma de los artistas de renombre en el género. Por fin, hablamos de un ensamble semi-acústico que se levanta bajo sus propias inspiraciones y riesgos creativos.
Algunos ignorantes los etiquetan de minimalistas dada la limitada instrumentación en el primer disco, pero poco tiene de cierto tomando en cuenta la variedad que en éste encontramos. Estructuras musicales de lo más irregulares, compases y sincronizaciones que parecieran matemáticas, baterías experimentales, retorcidos movimientos disonantes y hasta saludos a la música del barroco (escuchar Bach Is Back) son algunos elementos de éste y otro de los discos de este loco ensamble. Y sobresaliente es la batería de Chenevier en el track Catafalque, que es uno de los focos de interés del disco dada sus perfeccionadas habilidades en dicho instrumento. Por otro lado, el clarinete se metamorfosea y se muta al grado de parecerse a un saxofón improvisando, lo que es una delicia cuando buscamos este tipo de propuestas musicales. Lo que es un hecho es que como Volapük no existe ningún otro conjunto, acústico o semi-acústico. Y mención aparte las excelsas portadas de sus CDs, tan opuestas a la corriente como la misma música.

Guigou Chenevier and Denis Bernet-Rollande - Le diapason du Pere Ubu (1993)

Guigou Chenevier & Nick Didkovsky - Body Parts (2002)

El baterista y principal compositor de EFL, Guigou Chenevier, también se aventó unas cuantas producciones discográficas para nada despreciables, y que hasta deben ser objeto de culto en las comunidades avant-rock. Los discos que publico de su faceta solitaria tienen muy poco que ver uno con otro, y mientras en Body Parts lo encontramos al lado de Nick Didkovsky (sí, el frontman de los geniales Doctor Nerve) en un plan de R.I.O.-Noise-Metal explosivo , demoledor y altamente experimental, Le diapason du Père Ubu es la otra cara de la moneda. Este otro disco, con la compañía de Denis Bernet, es música contemporánea acústica muy depurada, y que además de contar con un cuidadoso material compositivo, también se ejecuta de manera magistral. En este punto nos topamos con una especie de ensamble de vientos que beben lo mejor de la tradición clásica para crear algo complejo y a la vez sublime, aunque decorado con algunas disonancias. La habilidad compositiva de Chenevier resalta por encima de su técnica en la batería, a la cual se le da más importancia en Body Parts o los discos de Les Batteries. Este par de álbums servirán de prueba tangible del ingenio creativo, talento y de la facilidad con que Chenevier puede ir de un género a otro, de cómo atraviesa las barreas musicales para siempre crear algo perfeccionado y novedoso.

Hasta aquí terminamos con la entrada número #300 y el pequeño gran homenaje a Etron Fou Leloublan, así que sírvanse del banquete quienes no posean estas placas de estudio. Quienes ya tengan toda o la mayor parte de este material quedarán decepcionados, pero yo nunca dije que esta entrada sería algo del otro mundo. Simplemente me referí a una cantidad de discos no menospreciable.

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